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¿Por qué nadar en invierno?

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¿Por qué nadar en invierno?

Las bajas temperaturas llegaron y es tiempo de ponerse la chamarra, pero el frío no debería ser un pretexto para dejar de practicar deportes. Podría parecer que dejar de nadar en invierno es una buena idea, pero no lo es del todo. 

A continuación te compartimos algunos de los beneficios de nadar en invierno para que los tomes en cuenta: 

Continuidad de hábitos y mejora en la disciplina:

los niños que realizan natación en invierno mantienen la práctica y aumentan sus habilidades. Hemos visto que cuando retoman sus clases de natación después de un tiempo de no practicar se ven en desventaja frente a sus compañeros del mismo nivel. Si los pequeños aprenden que deben asistir a realizar ejercicio aunque haya ciertos pretextos para no hacerlo, estarán experimentando la disciplina y ejerciendo su fuerza de voluntad. La verdad es que el camino más fácil en invierno es quedarse en casa bajo un montón de cobijas; pero si les enseñas a tus hijos que a pesar de las complicaciones deben arreglar sus cosas e ir a sus clases de natación, aprenderán a ser responsables con sus obligaciones y compromisos.

Mejora el sistema inmunológico: los niños que nadan durante todo el año tienden a ser más saludables que los niños que no lo hacen. Esto es porque se mantienen en actividad física constante. Además, el hecho de que en esta época la temperatura sea más baja, ayuda a crear resistencia y mejorar las defensas del cuerpo. La mejora de resistencia en el sistema inmunológico ayudará no solo a proteger de enfermedades durante el invierno, sino durante todo el año. Para enfrentarse a las bajas temperaturas, el cuerpo tiene que hacer un esfuerzo extra; con lo que se estimula el sistema inmunológico de las personas. Los glóbulos blancos deben adaptarse a las condiciones cambiantes del clima; por lo que aprenden a reaccionar mejor y más rápido. Esto resulta en personas menos propensas a resfriarse.

Mejora de la respiración: la natación en general ayuda a la mejora del funcionamiento del sistema respiratorio,

pues para nadar es necesario mantener una respiración constante y rítmica. Pero cuando practicamos natación en invierno, las habilidades de respiración mejoran notablemente, pues nuestro cuerpo tiene que aprender a respirar correctamente a pesar de las bajas temperaturas. Si nuestro cuerpo aprende a respirar de manera rítmica aun en condiciones de frío, le será más fácil hacerlo en temperaturas medias.

La práctica hace al maestro. Mientras tus hijos tengan más frescas sus habilidades acuáticas será mucho menos probable que sufran un accidente en el agua. Si pasa un tiempo prolongado y tu pequeño no ha practicado sus habilidades de salvamento acuático, está más propenso a entrar en pánico en un momento de emergencia.

Si tu pequeño asiste a clases de natación en Club Cañada, le estamos enseñando a reaccionar correctamente en caso de un accidente en el agua. Pero estas habilidades, como muchas otras, se basan en la práctica constante. Si tu permites que tu hijo pase mucho tiempo sin practicar entonces su capacidad para reaccionar estará más oxidada y sería menos efectiva. Mantener a tu hijo seguro es una excelente razón para nadar en invierno.

En Club Cañada puedes seguir ejercitándote en un ambiente cálido. La temperatura de nuestras albercas siempre está a 32º; por lo que incluso con una temperatura muy baja no tendrás ningún problema para meterte al agua. Esto te da la posibilidad de que tus hijos se sigan ejercitando incluso a mitad  de diciembre y sin exponerse al frío.

Enfermarte en época de frío depende más de las precauciones que tomes y no tanto de meterte a la alberca. Por esto mismo, es bueno que conozcas las siguientes recomendaciones para que las tomes en cuenta antes de practicar natación en invierno.

Nada en una alberca techada y con agua caliente: salvo que seas nadador profesional de aguas abiertas, no es una buena idea meterte a nadar en el agua muy fría y con corrientes de aire. Cuando lleves a tu hijos a nadar, asegúrate de que sea una alberca techada y templada. Si no hay corrientes de aire y su cuerpo se mantiene una buena temperatura, la natación será relajante.

Lleva chamarra y ropa abrigadora para después de nadar: si una persona se enferma a pesar de haber ido a nadar a albercas techadas y templadas es porque al salir de las instalaciones de la alberca le pegarán las corrientes de aire frío. Por eso es indispensable que cuando tus hijos vayan a nadar en invierno carguen una buena chamarra y se abriguen bien antes de salir.

Si tu hijo ya está enfermo, mantenlo en casa: esta regla aplica no solo para cuando sales a la alberca, sino a cualquier sitio, y no solo en invierno, sino en cualquier época del año. Si tu hijo está enfermo, lo mejor es resguardarse en casa para que se alivie y evite riesgos por causa de los cambios de temperatura.

Y por último, ante cualquier duda, recuerda siempre consultar con tu médico.

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1 - diciembre - 2021

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