Durante los primeros meses de vida, el desarrollo de la psicomotricidad en los bebés avanza a pasos agigantados. Entre los 4 y 6 meses, los pequeños comienzan a descubrir su cuerpo, a moverse con más intención y a explorar el mundo a través del tacto, la vista y el oído.
En este artículo te contamos los principales hitos psicomotores de esta etapa, cómo estimularlos de forma natural y qué actividades pueden acompañar este proceso, incluyendo la estimulación acuática.
La psicomotricidad es la conexión entre el cuerpo y la mente: cómo el cerebro organiza los movimientos, responde a estímulos sensoriales y coordina acciones voluntarias.
En los bebés, esta habilidad se desarrolla progresivamente a través del juego, el contacto y la exploración libre.
Entre los 4 y 6 meses, los bebés comienzan a coordinar movimientos más complejos, a controlar mejor su cuerpo y a interactuar con el entorno con mayor intención.
Aunque cada bebé sigue su propio ritmo, existen ciertos hitos comunes en esta etapa del desarrollo:
A los 4 meses, la mayoría de los bebés ya puede mantener la cabeza erguida sin apoyo. Al pasar tiempo boca abajo (tummy time), fortalecen los músculos del cuello, la espalda y los brazos, lo que es esencial para futuras habilidades como sentarse o gatear.
Recomendación: Usa un tapete de yoga o tapete de actividades con colores llamativos y juguetes colgantes para motivarlo a levantar la cabeza.
A partir de los 3-4 meses, muchos bebés empiezan a girar desde el abdomen hacia la espalda. Hacia los 5-6 meses, ya pueden hacerlo en ambas direcciones, lo que demuestra mayor fuerza y control corporal.
Actividad sugerida: Un tapete con juguetes alrededor, espejos irrompibles o texturas al tacto puede invitar al bebé a girar para alcanzar nuevos estímulos.
En esta etapa, los bebés alcanzan objetos voluntariamente y empiezan a sostenerlos con firmeza. También comienzan a llevarlos a la boca, lo que activa sus sentidos y mejora la coordinación ojo-mano.
Juguetes recomendados:
A los 5 y 6 meses, los bebés utilizan la boca para conocer el mundo. Morder, chupar o apretar objetos les permite explorar texturas, sabores y temperaturas, además de aliviar molestias por la dentición.
Recomendación: Ofrece juguetes seguros, libres de BPA y con diferentes texturas, como mordederas de silicón o libros de plástico con elementos táctiles.
Un logro importante en esta etapa es la capacidad de transferir un objeto de una mano a otra, lo que demuestra avances en la planificación motora y la coordinación bilateral.
Actividad recomendada: Entrégale objetos pequeños y suaves, como cubos blandos o pelotas sensoriales, para fomentar este movimiento.
Entre los 4 y 6 meses, los bebés ya pueden localizar sonidos, responder cuando escuchan su nombre y mostrar interés por su reflejo en un espejo.
Estimulación sugerida:
No necesitas una gran cantidad de juguetes. Lo más importante es:
Estas interacciones no solo fortalecen su desarrollo motor, también refuerzan el vínculo emocional con mamá, papá o quienes lo cuidan.
El medio acuático brinda beneficios únicos para la psicomotricidad en bebés. Gracias a la flotación, los movimientos son más libres, suaves y sin impacto. Además, el agua estimula la percepción corporal, el equilibrio, la respiración y la coordinación general.
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