La artritis es una condición que afecta a millones de personas mayores en el mundo. El dolor articular, la rigidez y la inflamación dificultan los movimientos diarios y reducen la calidad de vida. Pero hay una actividad que puede marcar la diferencia: nadar.
En este artículo te explicamos los principales beneficios de la natación para adultos mayores con artritis y por qué es una de las mejores formas de mantenerse activo, con menos dolor y más bienestar.
La artritis es una enfermedad inflamatoria que afecta las articulaciones. Existen varios tipos, pero los más comunes en adultos mayores son:
Ambas provocan dolor, rigidez y dificultad para mover las zonas afectadas, especialmente por la mañana o después de estar inactivos.
El agua crea un entorno ideal para moverse sin dolor. Esto se debe a que:
Por eso, muchos especialistas en reumatología y rehabilitación la recomiendan como parte del tratamiento no farmacológico.
El simple hecho de estar en el agua templada alivia el dolor. Y al realizar movimientos controlados en ese entorno, los músculos se activan sin generar fricción o presión sobre las articulaciones.
Con el tiempo, muchos adultos mayores experimentan menos molestias y pueden retomar actividades que antes evitaban por el dolor.
Los ejercicios acuáticos ayudan a recuperar el rango de movimiento en rodillas, hombros, caderas y muñecas. Esto permite:
Una de las causas del dolor articular es la debilidad muscular. En el agua, los músculos se ejercitan sin cargar el peso del cuerpo, lo que facilita:
Un cuerpo más fuerte es un cuerpo más protegido frente al dolor y las lesiones.
La natación, al igual que otros ejercicios aeróbicos de bajo impacto, mejora la circulación sanguínea y linfática. Esto ayuda a:
El dolor crónico afecta no solo al cuerpo, también a las emociones. La natación estimula la liberación de endorfinas, las “hormonas del bienestar”, y ofrece un espacio de calma y relajación.
Muchos adultos mayores que nadan reportan:
Para obtener beneficios visibles, se recomienda asistir a clases o practicar ejercicios acuáticos entre 2 y 3 veces por semana. No es necesario nadar con técnica perfecta: incluso caminar, estirarse o hacer ejercicios suaves dentro del agua es suficiente para mejorar.
Lo importante es mantener la constancia y hacerlo bajo la guía de instructores capacitados.
Los beneficios de la natación para adultos mayores con artritis son reales, medibles y cada vez más respaldados por la ciencia.
Esta actividad no solo alivia el dolor, sino que también mejora la movilidad, fortalece el cuerpo y eleva el bienestar emocional.
En Club Cañada, contamos con programas de natación adaptados para adultos mayores, con clases suaves, seguras y dirigidas por instructores con experiencia en trabajo terapéutico.
Si tú o alguien que conoces vive con artritis, los invitamos a descubrir cómo el agua puede convertirse en su mejor aliada. Agenda hoy mismo una clase gratuita de prueba en tu sucursal más cercana.