Rehabilitación física

con natación

02 - 02 - 2023

La natación puede ser un ejercicio muy efectivo para ayudar a la rehabilitación física para superar distintos tipos de lesiones e inclusive ayudar a aliviar dolores en diferentes partes del cuerpo.

Hemos mencionado constantemente por qué la natación es el deporte más completo que existe, pues ejercita los músculos de las piernas, el tronco y los brazos. Pero este no sería su único beneficio. 

Muchos fisioterapeutas llevan a cabo tratamientos de rehabilitación física en piscinas y aseguran obtener muy buenos resultados. La razón principal es que la natación suele ser un deporte de bajo impacto que no exige demasiado a las estructuras corporales. 

Debido a esta cualidad, se trata de un ejercicio recomendado para todas las edades.

Sin embargo, es importante diferenciar la práctica libre de la natación con los ejercicios terapéuticos que se pueden realizar en la piscina. Por esto, es recomendable contar siempre con la valoración de un médico o un fisioterapeuta que pueda aconsejarnos sobre qué ejercicios realizar y con qué intensidad, sobre todo si no existe un buen manejo de la técnica de natación.

 

¿Cómo ayuda a la rehabilitación física la natación?

Rehabilitación física con natación

Para poder utilizar la natación como herramienta terapéutica en un proceso de rehabilitación física,  es importante conocer al menos los estilos de crol (el más común) y dorso (el más fácil).

El motivo es muy simple: si no ejecutamos bien la técnica o no sabemos desplazarnos por el agua de manera segura, estaremos poniendo en riesgo el proceso de recuperación e, incluso, podemos agravar más la lesión. 

Debido a esto, es posible que antes de empezar un programa de natación terapéutica, el paciente deba familiarizarse con el medio acuático.

Si se cuenta ya con una valoración médica y se tiene un buen estilo, la natación puede ser muy beneficiosa para aliviar dolores de lumbalgia. Esto debido a que estar en el agua reduce la carga física sobre la columna vertebral y las articulaciones. 

Para esta dolencia, se recomienda mucho practicar el estilo Crol, también llamado ‘libre’. Nadar de espaldas también puede ayudar a relajar la columna cervical y lumbar.

Algunas lesiones como la tendinitis pueden ser tratadas con rehabilitación física en la piscina, realizando caminatas en el agua y otros ejercicios específicos. Esto ayuda a fortalecer los músculos de esa zona, evitando el riesgo de agravar la lesión. 

Recordemos siempre seguir las indicaciones de un profesional, evitar las actividades que provoquen un aumento del dolor y sobre todo, ser pacientes con la recuperación de las lesiones.

 

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Rehabilitación física con natación