Natación para rehabilitación física:

¿Estás en proceso de recuperación física? La natación para rehabilitación física puede ser justo lo que necesitas. Esta actividad es una de las más recomendadas por especialistas en medicina deportiva, fisioterapia y ortopedia, gracias a sus múltiples beneficios para el cuerpo sin generar impacto en las articulaciones.

En este artículo te explicamos por qué es tan efectiva, cómo se lleva a cabo y qué debes tener en cuenta si estás pensando en sumergirte en esta forma de recuperación.

¿Qué es la natación para rehabilitación física?

La natación para rehabilitación física es una práctica diseñada para ayudar a personas con alguna limitación de movilidad, lesión muscular, articular o nerviosa, a mejorar su condición sin sobrecargar el cuerpo.

 Se realiza en piscinas climatizadas, bajo supervisión, con ejercicios adaptados a cada necesidad.

No es necesario saber nadar perfectamente; muchas veces se trabaja con flotadores, en zonas poco profundas o con apoyo de un instructor.

 Lo importante es aprovechar las propiedades del agua: flotación, resistencia natural, temperatura y libertad de movimiento.

¿Quiénes pueden beneficiarse de esta actividad?

La natación para rehabilitación física está indicada para una gran variedad de personas. Aquí te dejamos algunos ejemplos comunes:

• Personas con lesiones musculares o articulares (rodillas, hombros, espalda). 
• Pacientes en recuperación postoperatoria (cirugías de columna, prótesis, ligamentos). 
• Personas con enfermedades neurológicas como parálisis cerebral, esclerosis múltiple o Parkinson. 
• Adultos mayores con problemas de movilidad o desgaste articular. 
• Personas que buscan aliviar el dolor crónico o mejorar su postura. 

Lo más importante es que siempre cuentes con la autorización y orientación de tu médico o fisioterapeuta antes de iniciar.

Beneficios de la natación para rehabilitación física

El agua actúa como un espacio terapéutico ideal. Aquí te explicamos por qué:

• Reduce el peso corporal: Gracias a la flotación, puedes moverte con libertad sin forzar tus articulaciones. 
• Disminuye el dolor: La presión del agua y el calor relajan los músculos y reducen molestias. 
• Mejora la movilidad articular: El rango de movimiento aumenta gracias a la falta de gravedad. 
• Fortalece los músculos sin impacto: El agua ofrece resistencia natural, ideal para tonificar sin cargar peso. 
• Estimula la circulación: Mejora el retorno venoso, lo cual ayuda a reducir inflamaciones. 
• Promueve la salud mental: Estar en el agua mejora el ánimo, disminuye el estrés y genera sensación de bienestar. 

Incluso si tu objetivo no es terapéutico, muchas personas practican esta actividad como parte de una rutina para prevenir lesiones o complementar otros entrenamientos.

¿Qué ejercicios se hacen en natación terapéutica?

Los ejercicios pueden variar según tu condición, pero algunos comunes son:

• Caminatas o desplazamientos laterales dentro del agua. 
• Movimientos de brazos y piernas con ayuda de tablas o flotadores. 
• Estiramientos suaves con apoyo en la orilla. 
• Flotación relajante en posición horizontal. 
• Ejercicios de respiración y coordinación. 

Estos ejercicios pueden adaptarse a tu nivel de dolor, movilidad y fuerza. A medida que avances, puedes incorporar movimientos más amplios y trabajar la resistencia.

Tu rehabilitación puede comenzar en el agua

Si estás buscando un lugar profesional, cálido y seguro para comenzar tu proceso de natación para rehabilitación física, en Club Cañada contamos con instructores certificados para la enseñanza de personas con diferentes necesidades: desde niños hasta adultos mayores, incluyendo quienes están en procesos de recuperación física.

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