En todas las etapas de nuestra vida necesitamos divertirnos y jugar. Jugar nos da momentos de descanso y alegría, y nos permite crecer tanto físicamente, como cognitiva y emocionalmente.
Cada etapa de una persona tiene sus particularidades, y es por ello que los juegos deben estar adaptados a ellas. A la vez, es muy bueno que los juegos estén enfocados en mejorar y desarrollar habilidades según la fase de crecimiento en la que se encuentra una persona.
En el caso de los bebés de un año, los juegos pueden servirles para descubrir su entorno y para empezar a interactuar con otras personas.
En este artículo te hablaremos de la importancia que tienen los juegos para bebés de un año y cómo puedes aprovecharlos para desarrollar sus habilidades. También te recomendaremos un conjunto de juegos por cada una de las habilidades que puedes desarrollar en tu bebé.
Habilidades de los bebés de un año
Los niños de un año están en la etapa de autodescubrimiento y de reconocimiento del otro. Empiezan a ubicarse y diferenciarse a sí mismos con respecto al entorno externo.
Las actividades más útiles para los bebés de esta edad están relacionados con eso mismo: los espacios, el movimiento y las personas.
Mientras más enfocados estén los juegos en potenciar las habilidades de estas áreas, más elementos tendrá el niño para poder desenvolverse en su contexto.
Algunas de las habilidades que los bebés de un año adquieren en esta etapa son las siguientes:
Desarrollo de motricidad
En esta etapa hay enormes avances en lo que respecta al movimiento del cuerpo:
Aprender a caminar: entre los 10 y los 16 meses, los niños aprenden a caminar sin ayuda. Por la misma razón, su equilibrio va en mejora.
Obtener habilidades de dirección y ubicación en el entorno: los bebés de un año ya empiezan a descubrir el mundo. Comprenden su ubicación y la de las cosas, y saben bien orientarse con respecto a los ejes vertical y horizontal. Esto es que ya saben moverse conforme a su adelante y su atrás, o su arriba y abajo, incluso si todavía no comprenden estas palabras.
Adquirir coordinación: en cada etapa de crecimiento de una persona, el cuerpo trabaja diferentes habilidades de coordinación. En el caso de los bebés de un año, la coordinación está centrada en la actividad de los dedos de las manos y la visión.
Identificación como individuo
Los bebés de un año ya empiezan a familiarizarse consigo mismos, a entender la diferencia entre ellos y el entorno. Empiezan a darse cuenta de que ellos son individuos y que su cuerpo es independiente del cuerpo de los demás.
Habilidades cognitivas
Al año, los bebés ya saben diferenciar las formas, los colores y los tamaños. Ya empiezan a generar relaciones entre las cosas por parecido y diferencia.
Aprenden reglas sociales
Los bebés de esta edad, como ya empiezan a comprender su individualidad, también empiezan a entender las relaciones con los demás. Pueden convivir con adultos y con otros niños, y, si los encaminamos bien, pueden aprender a compartir el espacio y las cosas.
Juegos para bebés de un año por habilidad
Dado que esta es la edad en que los bebés empiezan a adquirir todas esas habilidades, es bueno aprovechar para potenciarlas. Una manera de hacerlo es mediante los juegos.
A continuación te daremos nuestras sugerencias de juegos para bebés de un año, clasificados por la habilidad que se puede desarrollar con ellos.
Juegos para desarrollar la motricidad
La motricidad se desarrolla mediante la práctica de movimientos corporales y su ejecución rítmica.
Lo que buscamos en la edad de un año es que los niños aprendan a utilizar sus manos y sus dedos como herramientas de agarre y manipulación de objetos, y que utilicen sus ojos como ayuda para cumplir con sus objetivos manuales. También que mejoren en su interacción con el espacio; que aprendan a moverse en él de manera más independiente, tanto a gatas como en su primeras caminatas.
Algunos de los juegos para bebés de un año que puedes utilizar para mejorar su motricidad son los siguientes:
Bloques, cubos y rompecabezas: los juegos con cubos y objetos armables son excelentes para que los bebés de un año desarrollen habilidades con los dedos y las manos. Mientras más objetos manipulen, más experiencia tendrán con la identificación manual de formas y texturas. Puedes animarlos a hacer torres o filas de cubos u objetos, a construir edificios con bloques o a jugar con matrioskas.
Jugar con pelotas inflables o globos: las pelotas y los globos son una gran herramienta para que los bebés practiquen su coordinación visual y corporal. Puedes jugar a lanzarle una pelota por el piso y esperar a que te la regrese. O lanzarle un globo por el aire para que intente atraparlo o golpearlo.
Carreras gateando: para mejorar la motricidad de todo el cuerpo, puedes jugar con tu bebé a gatear de un lado a otro de la sala. Hazlo tú primero y busca que te siga. Además de mejorar la coordinación, es un juego muy divertido.
Ejercicios de caminar y saltar obstáculos: dado que esta es la edad en la que los bebés empiezan a caminar, podemos impulsarlos para que la tarea le sea más fácil. En el patio o en la sala podemos poner varios objetos, como ropa o cojines, que sirvan como obstáculos. Nosotros vamos a sostener a los bebés de las manos y ayudarles a que caminen. Cuando llegue un obstáculo, lo levantaremos para que lo salte con cuidado. Asegúrate de indicarle cuándo va a saltar para que el movimiento no le tome por sorpresa.
Juegos para desarrollar el autorreconocimiento
Para poder reconocerse a sí mismos, los bebés tienen que aprender a verse. Antes de los seis meses es difícil que los bebés se reconozcan en el espejo porque en él solo alcanzan a notar brillos y movimientos borrosos, pero para el año los bebés ya distinguen bien las formas.
Inicialmente, los bebés solo se ven como una persona desconocida, pero luego empieza a llamarles la atención que el bebé que está frente a ellos se mueve cuando ellos también lo hacen. Pueden pasar varios meses antes de que entiendan quién es ese bebé.
Para trabajar el autorreconocimiento, lo mejor es hacer juegos en donde el bebé se mire, y mire a otros en el espejo.
Acercarse con mamá y papá: el primer paso para el autorreconocimiento es acercarse al espejo con mamá o papá. Así el bebé lo reconocerá y empezará a crear asociaciones con el reflejo. Es bastante probable que las primeras ocasiones se confunda, así que intenta hacer expresiones que le diviertan para evitar que se asuste. Gesticula, haz movimientos con los brazos, interactúa con tu bebé. Esto facilitará el autorreconocimiento y además permitirá que se la pase bien frente al espejo.
Verse solito en el espejo: ya que se acostumbra a verte a ti en el espejo sin asustarse, puedes hacer que se vea solito en el espejo. Puedes también darle espejos de mano sin filo para que juegue con ellos.
Juegos para desarrollar habilidades cognitivas
Los juegos enfocados en desarrollar habilidades cognitivas buscan trabajar en la creatividad, la memoria, la comprensión, la relación de objetos, el reconocimiento de formas, texturas y espacios y la identificación de materiales.
Algunos de los juegos para bebés de un año que puedes utilizar para potenciar estas habilidades son los siguientes:
Agrupación de objetos por forma y color: los bebés de un año aprenden reconocer colores y el parecido de las formas. Por eso, es bueno que, además de por razones motrices, los bebés de un año interactúen mucho con los objetos para potenciar esta capacidad. Puedes comprarles juguetes con diferentes piezas de colores fáciles de distinguir y formas geométricas para que empiecen a jugar agrupando por parecido. Los colores primarios suelen ser la mejor opción. También puedes comprarle juegos que les permitan ordenar los objetos por secuencia o asociación.
Vaciar y llenar recipientes: el juego con recipientes, aunque simple, es muy entretenido para un bebé de un año. Puede jugar con recipientes de plástico con diferentes volúmenes y con objetos de diferentes tamaños. Este tipo de juego le ayudará con su sentido de espacialidad y con la noción de capacidad de los objetos.
Juegos de música: la música siempre es una gran herramienta para mejorar el desarrollo cognitivo. Ya sea solo escuchándola mientras se realiza otra actividad, o mucho mejor si se ejecuta. Cuando una persona intenta seguir el ritmo de la música con las palmas o un instrumento, mejora su coordinación y su escucha. Dale a tu bebé objetos que puedan servirle como instrumentos. Para esta edad, los mejores son los instrumentos de percusión. Pueden ser objetos caseros, como alguna cacerola vieja, o juguetes como xilófonos o marimbas de colores.
Pinturas de dedos: dado que en esta etapa los bebés experimentan mucho con las manos, la experiencia de pintar con ellas puede ser enormemente gratificante: desde sentir la textura de la pintura, hasta ver que pueden crear formas de colores. La pintura puede ayudarlos tanto a la coordinación manual, como a la identificación de formas y colores y a la creatividad.
Plastilina: otra actividad manual que puede ayudar al desarrollo de la creatividad de los pequeños es el uso de plastilina. Cómprales plastilina de colores o haz una casera. Asegúrate de que no contenga ingredientes tóxicos.
Juegos para aprender reglas sociales
Los bebés de un año, como ya empiezan a identificarse como individuos, también comienzan a reconocer la individualidad de los demás. Esto les ayuda a entender algunos aspectos de la convivencia social.
Los mejor en esta edad es empezar a enseñarle algunas reglas y habilidades que le facilitarán la convivencia con los demás en el futuro.
Pedir y entregar objetos: muchas veces los bebés se frustran cuando no obtienen lo que quieren de otros y, cuando esto pasa, es muy probable que lloren o se enojen. Por eso, es muy bueno que, mediante el juego, aprendan que es bueno compartir sus cosas con los demás y pedirlas cuando las quieran. Para esto, puedes tener alguno de sus juguetes y entregárselo. Después de unos segundos, pídeselo y deja que te lo dé. Si muestra algún ademán de que lo quiere de vuelta, regrésaselo con tranquilidad, y luego vuélvelo a pedir. Intenta mostrar emoción por la actividad, para que tu bebé no solo aprenda, sino que se divierta con el juego.
Repartir de manera equitativa: esto puedes hacerlo con diferentes juguetes o con crayones de colores o con algún tipo de alimento, como galletas suaves. La idea es que todos los objetos sean más o menos iguales para que quede claro qué significa repartir de manera justa. Si tienes más hijos, puedes hacerlo junto con ellos; si no, puedes sentarte tú a su lado y repartir los objetos entre ambos. Tendrás que repartir los objetos, uno por uno, entre cada una de las personas que estén jugando. Después puedes intentar que tu bebé te imite y reparta.
Leer cuentos: leerle cuentos a tus hijos es una actividad que, aunque sencilla, proporciona montones de habilidades cognitivas y de convivencia. En primer lugar, fomentas una buena convivencia contigo. Si los libros son ilustrados, también le das la oportunidad de observar, asimilar y desarrollar creatividad. A la vez, aunque aún tu bebé no sepa hablar, como sí puede entender buena parte de los que dices, con la lectura en voz alta los ayudas a ampliar el vocabulario que conocen y pueden empezar a mejorar el entendimiento en la comunicación. Y, por último, podrán aprender sobre aquello que trate el libro.
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