Nadar en la playa es una actividad refrescante y placentera que muchos disfrutan. Sin embargo, es fundamental estar consciente de los riesgos asociados y seguir ciertas recomendaciones para garantizar una experiencia segura.
A continuación, te ofrecemos consejos prácticos y detallamos los principales riesgos de nadar en la playa.
Consejos para nadar en la playa

- Elige playas con vigilancia: Opta por playas que cuenten con la presencia de socorristas. Ellos pueden asistirte en caso de emergencia y proporcionar información sobre las condiciones del mar.
- Respeta las señales y banderas: Antes de entrar al agua, observa las banderas y señales que indican las condiciones del mar:
- Bandera verde: Condiciones óptimas para el baño.
- Bandera amarilla: Precaución; el mar presenta riesgos moderados.
- Bandera roja: Prohibido bañarse debido a condiciones peligrosas.
- Nadar acompañado: Siempre es más seguro nadar en compañía. Si surge algún problema, tendrás a alguien que pueda ayudarte o buscar asistencia.
- Evita nadar después de comer en exceso: Es recomendable esperar al menos una hora después de una comida copiosa antes de nadar para evitar cortes de digestión.
- Protección solar: Aplica protector solar resistente al agua y utiliza ropa adecuada para protegerte de los rayos UV. Recuerda que la exposición prolongada al sol puede causar quemaduras y otros problemas de salud.
- Mantente hidratado: Aunque estés rodeado de agua, no olvides que tu cuerpo sigue perdiendo líquidos a través del sudor, especialmente en días soleados o cuando estás realizando actividad física. Lleva contigo una botella de agua fresca y haz pausas frecuentes para hidratarte. La deshidratación puede causar mareos, calambres musculares e incluso reducir tu capacidad para nadar de forma segura.
- Conoce tus límites: Es importante ser honesto contigo mismo sobre tus habilidades como nadador. Si no estás acostumbrado a nadar en aguas abiertas, evita alejarte demasiado de la orilla. Mantente en áreas donde puedas tocar el fondo con los pies o donde las olas no sean demasiado fuertes. Además, presta atención a las indicaciones de los socorristas sobre las corrientes y el oleaje.
- Utiliza una boya de seguridad: Este accesorio no solo es práctico, sino que también puede salvar vidas. Las boyas de seguridad están diseñadas para ser visibles desde la distancia, lo que ayuda a embarcaciones, socorristas o acompañantes a localizarte fácilmente. Además, si te sientes cansado o necesitas un descanso en el agua, la boya te proporciona flotación adicional, permitiéndote recuperar energía antes de continuar.
- Infórmate sobre la fauna local: Algunas playas pueden tener presencia de medusas u otros animales marinos. Consulta con los socorristas o locales sobre posibles riesgos y cómo actuar en caso de picaduras.
- Evita el alcohol antes de nadar: El consumo de alcohol disminuye la coordinación y el juicio, aumentando el riesgo de accidentes en el agua. Si vas a nadar en la playa, un buen consejo de seguridad es que evites el alcohol.
Riesgos de nadar en la playa
Al nadar en la playa, te enfrentas a diversos riesgos. Algunos son las corrientes, el fuerte oleaje y el clima incierto. Pero hay más, veamos cuáles son.
Temperatura del agua
La temperatura en aguas abiertas puede variar significativamente y afectar tu capacidad para nadar. El choque térmico al entrar en aguas frías puede provocar una respuesta involuntaria del cuerpo, como hiperventilación y aumento de la presión arterial, lo que puede ser peligroso. Es recomendable entrar al agua de forma gradual para que tu cuerpo se adapte a la temperatura.
Corrientes y oleaje
Las corrientes marinas, como las corrientes de resaca, pueden arrastrarte mar adentro rápidamente. Si te encuentras atrapado en una corriente de resaca, no intentes nadar directamente hacia la orilla; en su lugar, nada en paralelo a la orilla hasta salir de la corriente, y luego regresa a tierra firme.
Clima incierto
Las condiciones climáticas en la playa pueden cambiar rápidamente. Vientos fuertes, tormentas eléctricas o lluvias intensas pueden hacer que nadar sea peligroso. Antes de tu visita, consulta el pronóstico del tiempo y permanece atento a cambios repentinos mientras estés en la playa.
Visibilidad
El agua turbia puede ocultar peligros como rocas, animales marinos o cambios abruptos en la profundidad. Además, en condiciones de baja visibilidad, puede ser más difícil para los socorristas localizar a un nadador en apuros. Si el agua está demasiado turbia, considera limitar tu actividad en el agua o buscar una zona más segura para nadar.
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