Un calambre en los nadadores, es una contractura muscular dolorosa y frecuente que afecta sobre todo los miembros inferiores de la persona. Aunque se considera benigno, los calambres pueden ser de riesgo para un nadador inexperto o lejano a la orilla.
Aún hay una discusión en los expertos respecto a qué origina este tipo de lesión, algunos especialistas mencionan que los calambres se dan debido a la deshidratación o desequilibrio entre las sales minerales del cuerpo y el agua. Algunos consideran que es debido a la fatiga acumulada en el músculo.
Los calambres ocurren cuando los músculos, que continuamente están relajándose y contrayéndose, se quedan trabados en una contracción y permanecen así, ocasionando un dolor agudo.
Estas contracciones musculares involuntarias, y dolorosas, pueden producirse antes, después o durante de la práctica deportiva. Al momento de nadar, podemos identificar tres de sus posibles causas: excesiva carga en los músculos y tendones, por falta de progresión en la intensidad del ejercicio, por alta duración del ejercicio o insuficiente riego sanguíneo en el músculo.
Es por ello que se considera necesario un periodo de tiempo de calentamiento previo al nadar y evitar así los calambres. Como recomendación los ejercicios previos de estiramiento y de movilización de articulaciones son excelentes para antes de entrar a la piscina.
Una vez terminado el ejercicio es recomendable realizar algunos estiramientos y flexiones de los miembros para evitar la rigidez inmediata y así evitar que los calambres nos afecten.
– Hidratarse regularmente.
– Comer alimentos ricos en potasio (por ejemplo: plátano).
– Usar un traje térmico (por ejemplo: durante la práctica de surf o la inmersión).
– Evitar un esfuerzo intenso si no se tiene una preparación física o no se tiene el entrenamiento adecuado.
– Nadar progresivamente.
– Observar los tiempos de recuperación después de un esfuerzo físico.
– Hacer estiramientos musculares (por ejemplo: entre varios esfuerzos físicos)
En caso de calambres constantes, una revisión médica será necesaria para detectar causas. Según el caso, el tratamiento preventivo puede basarse en:
– La toma de vitaminas: C, B1, B2, B6, PP, pantenol.
– La prescripción de diferentes medicamentos, como vasodilatadores, antiespasmódicos o descontracturantes.
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