8 estrategias para un buen rendimiento académico: Para niños

Preocuparse por el rendimiento académico de nuestros hijos es completamente natural. Queremos lo mejor para ellos, y entender que el camino hacia el éxito no solo se traza con buenas intenciones, sino con acciones concretas, es esencial. Por esta razón, en este artículo te compartimos 8 estrategias para un buen rendimiento académico que son infalibles.

Tomar apuntes escritos

Escribir a mano potencia la retención de información. Cuando tus hijos toman apuntes de esta manera, su cerebro procesa cada palabra, contribuyendo a una mejor comprensión y memorización de los temas.

De hecho, escribir a mano no solo implica una mayor activación cerebral, sino que también promueve una relación más inmediata entre la palabra y el cuerpo, aumentando la comprensión y retención del conocimiento, esto según un estudio publicado por ‘Frontiers in Psychology’.

Así que, anima a tus hijos a que hagan resúmenes y esquemas de sus clases; verás una diferencia notable en su capacidad de recordar información.

Estudiar en un espacio libre de distracciones

El lugar donde tus hijos estudian es clave. Un espacio tranquilo, ordenado y libre de distracciones (sí, incluyendo las redes sociales y dispositivos móviles con internet) facilita la concentración.

Sobre todo ahora, que existen un sinfín de distracciones, es fundamental establecer una zona de estudio que invite al enfoque y al aprendizaje. Así que ya lo sabes, liberar a tus hijos de distracciones es una de las mejores estrategias para un buen rendimiento académico.

Controlar exposición a internet

Internet es una herramienta de doble filo. Por un lado, ofrece recursos invaluables para el aprendizaje; por otro, es una fuente constante de distracciones.

En este sentido, establecer límites en el uso de internet y redes sociales durante las horas de estudio mejora significativamente el rendimiento escolar.

Tener un horario de estudio

La organización es fundamental. Establecer un horario de estudio fijo ayuda a tus hijos a desarrollar una rutina, enseñándoles la importancia de administrar su tiempo eficientemente. Esto no solo mejora su rendimiento académico, sino que les prepara para gestionar sus responsabilidades futuras.

Lo ideal es que programes este horario con él y que consideres el momento del día en el que está más enfocado. 

Encontrar las técnicas de estudio más adecuadas

Cada niño es único y puede beneficiarse de diferentes técnicas de estudio. Algunos pueden preferir mapas mentales, mientras que otros encuentran útiles los resúmenes o las tarjetas de estudio.

La práctica de ejercicios específicos sobre el tema estudiado, realizar pruebas o tests para evaluar la comprensión, y emplear reglas mnemotécnicas para recordar información clave, también son técnicas efectivas.

Explora junto con tus hijos diversas técnicas hasta encontrar las que mejor se adapten a sus necesidades. Esta es sin duda una de las mejores estrategias para un buen rendimiento académico. 

Explicar lo aprendido y dormir bien

Una forma efectiva de asegurar la comprensión de un tema es explicarlo a alguien más. Esta técnica, conocida como “efecto de la enseñanza”, motiva a tus hijos a ordenar sus ideas y comunicarlas claramente, reforzando su aprendizaje.

Por otro lado, no subestimes el poder de una buena noche de descanso. Dormir las horas suficientes es crucial para que el cerebro de tus hijos procese y asimile lo aprendido durante el día.

Lo que te recomendamos es establecer una rutina de sueño saludable para asegurar que estén descansados y listos para aprender.

Practicar natación

Más allá de los beneficios físicos, la natación tiene un impacto significativo en el desarrollo académico de los niños. Esto se debe a que la natación mejora la memoria, la concentración y promueve una mejor atención y capacidad de aprendizaje.

Además de mejorar el rendimiento académico, la natación reduce el estrés, lo que promueve el bienestar emocional a través de la liberación de endorfinas.

Por otro lado, en el aspecto social, la natación enseña valores importantes como el compañerismo y el respeto, al fomentar la socialización y la cooperación en actividades de grupo. Esto esencial  para el desarrollo de una autoestima saludable y habilidades sociales sólidas​.

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En conclusión, la natación es mucho más que una actividad física; es una herramienta integral para el desarrollo de los niños.

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